Ya son alrededor de 350 fincas ganaderas del país las que actualmente aplican en sus sistemas productivos las Medidas de Mitigación Nacionalmente Apropiadas, NAMAs, que impulsa el Ministerio de Agricultura y Ganadería por medio de la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono.
«Se trata de fincas de ganadería de carne, de leche y doble propósito, que se convierten en unidades educativas abiertas para otros productores del país. Las experiencias de adopción de tecnologías y el análisis de resultados permiten extender el conocimiento a otros productores a través de las Escuelas del Campo, las cuales son promovidas por CORFOGA durante los próximos días en un taller nacional, para iniciar en 2018 con la operativización de esta iniciativa aprovechando las fincas del Piloto que han ofrecido mejor desempeño; las Escuelas del Campo tienen como finalidad sensibilizar sobre la importancia de la adaptación temprana al cambio climático y emergencias de otros tipos», detalló Mauricio Chacón Navarro, Gerente del Programa Nacional de Ganadería y coordinador de la Estrategia Nacional de Ganadería baja en Carbono.
Los ganaderos aplican en estas fincas diversas tecnologías que procuran que su actividad sea más eco-competitiva. Entre esas prácticas figuran, pastoreo racional, fertirriego de purines, establecimiento de bancos forrajeros (bancos proteicos y/o bancos energéticos), y la cosecha de agua de lluvia para las actividades propias de la actividad, entre otras.
Prácticas sostenibles reciben apoyo de cooperantes
Los esfuerzos costarricenses para la implementación de la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono, han sido apoyados por diversas fuentes de cooperación, entre ellas, el Acuerdo Participativo para Programas de las Agencias USAID-USDA.
Con base en este acuerdo, el USAID, el USDA, el CATIE y la Universidad de Wisconsin-Madison (UW), desarrollaron sus aportes por medio de la Estrategia de Mejoramiento de Capacidades para el Desarrollo con Bajas Emisiones (EC-LEDS), con el propósito de apoyar la Gobernanza de dicha Estrategia Nacional, la cual está basada en cuatro instancias creadas para articular los esfuerzos y acciones.
Estas instancias son: la Comisión Nacional de Ganadería, conformada por los jerarcas de las entidades públicas involucradas, los cuales tienen como responsabilidad la toma de decisiones y brindar el apoyo político necesario para la ejecución de los acuerdos; la Mesa Nacional Ganadera, en la que hay representación de todas la entidades públicas y privadas que forman parte de la actividad, con participación de organismos internacionales, la academia, entre otros, para dar seguimiento a los planes y acciones de una ganadería sostenible; y las Comisiones Regionales que procuran la elaboración de planes voluntarios en las distintas zonas ganaderas del país, siendo las regiones Central Oriental, Central Sur y Brunca, las primeras en concluir sus planes regionales de ganadería, con rutas claras y proyectos en ejecución para mayor competitividad del sector ante los retos climáticos y comerciales.
«Por otra parte, el Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria, PITTA Ganadería, es el ente que promueve la investigación real y adaptada a las necesidades del productor y valida los proyectos que se desarrollan en el país», agregó Chacón.
«El proyecto EC-LEDS también apoya el desarrollo de un sistema de monitoreo, reporte y verificación (MRV) integral, que procura sistematizar cuatro líneas de información: emisiones de gases de efecto invernadero versus secuestro de carbono en las fincas ganaderas, la implementación de buenas prácticas promovidas por la NAMA Ganadería, la evaluación del desempeño productivo y la evaluación y acciones de inversión financiera. Asimismo, el proyecto procura avances en la implementación de un mecanismo financiero acorde a las condiciones y necesidades del sector ganadero y el desarrollo de capacidades para productores y extensionistas», explicó por su parte, Karla Mena, del PNG y encargada del proyecto EC-LEDS II.
La NAMA Ganadería inició en 2013 como una iniciativa del MAG, la Dirección de Cambio Climático y cooperantes internacionales que rápidamente involucró a la academia, a CORFOGA y a la Cámara Nacional de Productores de Leche. Este esfuerzo ha sido apoyado por varios donantes bilaterales y contrapartes técnicas incluyendo al Gobierno de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda. Es el mecanismo de implementación de la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono y se realizará en tres etapas; se espera concluir en el año 2034. En el proceso, además, Costa Rica ha recibido apoyos del Fondo de Adaptación de Naciones Unidas, gestionados por FUNDECOOPERACION. Y como complemento, el MAG apoya con personal técnico, administrativo y facilita el uso del Fidecomiso del MAG-BNCR, por un monto cercano al millón de dólares, para que los ganaderos puedan acceder a mejores condiciones crediticias al implementar las tecnologías y mejoras asociadas al proyecto.