Unas 165 familias de Tilarán cuentan con huertas caseras para hacerle frente a la crisis y afectaciones generadas por la pandemia por la COVID-19, como parte del Proyecto de Huertas Familiares liderado por la Agencia de Extensión Agropecuaria (AEA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería en ese cantón guanacasteco.
En algunas de estas familias, sus miembros se quedaron sin trabajo o vieron reducidos sus ingresos hasta en 50%, debido a que la mayoría laboraba en actividades de turismo que se desarrollan en la zona de Monteverde.
Para apoyar a estas familias, los extensionistas del MAG iniciaron este proyecto, el cual, en principio, se pensó como producción para autoconsumo, pero que ahora permite la comercialización de los excedentes en la Feria del Agricultor de Tilarán y en comercios de la zona, como sodas, pizzerías y cafeterías.
En sus huertas caseras, las familias producen hortalizas, entre ellas, lechuga, culantro, apio, pakchoi, tomate, pepino, chile dulce, repollo, coliflor, entre otros. Además, cada familia productora beneficia a una familia más de su mismo círculo, sean padres, tíos, hermanos u otros miembros de la comunidad, abasteciéndolos con parte de su producción.
«Esperamos seguir apoyando a más personas de la zona con el fin de que produzcan su propio alimento y su excedente sea comercializado como hasta ahora se ha hecho», destacó Wailer Alvarez, Agente de Extensión del MAG en Tilarán.
Este esfuerzo se pretende replicar en otras organizaciones de comunidades aledañas. Con ese fin, y para evaluar sus logros, el pasado 12 de febrero funcionarios el MAG realizaron una sesión de trabajo con 22 de las familias involucradas.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Municipalidad Tilarán, la cual apoyó con la facilitación de espacios en la Feria del Agricultor para que estas personas puedan vender sus productos y en la búsqueda de recursos y empresas que quisieran colaborar.
También el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria, INTA brindó capacitación en producción de almácigos y construcción de microtúneles.
Además, la empresa privada se unió a este esfuerzo. CMI EÓLICAS facilitó materiales como plástico especial para los microtúneles, tubos PVC y varillas de construcción; mientras el Colono Agropecuario donó semillas e insumos para la siembra.