La Cámara Costarricense de Productores de Papa y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, realizaron un reconocimiento a dos productores de papa, quienes destacan por su apoyo y participación en evaluaciones de clones promisorios de este tubérculo, en coordinación con el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).
Se trata de Gabriela Arrea Brenes, quién produce en una finca familiar; y de don Carlos Segura Valverde, quien ha cultivado papa por más de 40 años. Ambos son vecinos de Cartago y han sido líderes del sector, destacando particularmente por sus aportes en la reproducción de variedades, como «Floresta» y «Birris».
Actualmente, el MAG y el INTA mantienen un plan de mejoramiento genético para el desarrollo de nuevas variedades, con mayor resistencia a enfermedades y plagas como Tizón tardío, Rizoctonia, Pseudomonas, mosca minadora, mosca blanca, polillas criollas y guatemaltecas, con el fin de reducir los costos y mejorar los rendimientos en la producción.
«En estos momentos se están evaluando dos clones, uno color amarillo que puede ser utilizado para la industria; y otro color crema, para uso de mesa, con altos rendimientos. Se espera sean liberados en el año 2020», detalló Iván Serrano, coordinador del Programa Nacional de Papa, del MAG.
Los reconocimientos a doña Gabriela y a don Carlos se realizaron como parte de las celebraciones del Día Nacional de la Papa y en el marco de la reunión de la Comisión Nacional de Papa y Cebolla, este 25 de setiembre, en las oficinas centrales del MAG.
El cultivo de papa genera empleo directo e indirecto en labores como siembra, aporca, cosecha, lavado, empacado y distribución. La necesidad de mano de obra es de aproximadamente, 170 jornales por hectárea. Se estima que en el año 2018 se sembraron 3780 has, por lo que hubo una generación de empleo directo de más de 643 mil puestos, para un total de ₡6,426 millones que se inyectan a la economía rural.
El cultivo de papa está en manos de más de 1.160 productores, en su mayoría pequeños y medianos, con áreas de siembra inferiores a las 5 hectáreas. Se produce en dos regiones del país: un 75% se da en la región Central Oriental, que produce todo el año; y el restante 25% se da en la región Central Occidental, dónde se produce únicamente una vez al año.
Las comunidades donde se produce papa son, particularmente, Pacayas, Tierra Blanca, Llano Grande, Volcán Turrialba, Volcán Irazú, Cerro de la Muerte y alrededores, así como la zona de Zarcero, altos de Naranjo, San Ramón y volcán Poás.
Los rendimientos promedios van de 22 a 25 toneladas por hectárea y la producción nacional fluctúa entre 70.000 y 85.000 toneladas por año. La mayor parte de la producción se destina al consumo fresco y 15% se destina al uso industrial, principalmente para la producción de hojuelas y papas fritas.
La papa es un alimento con alto valor nutritivo y energético, que interviene en diversas funciones reguladoras del organismo, es importante por sus contenidos de almidón, vitaminas, hidrosolubres, minerales, fibra y proteína.
En la Comisión Nacional de Papa y Cebolla, creada vía decreto ejecutivo, participan diversos actores de la agro cadena. En la misma están representados la Cámara Costarricense de Productores de Papa, la Asociación de Horticultores del Irazú y Tierra Blanca (Ashori), la Asociación de Productores de Llano Grande (Apla), la Corporación Hortícola, Coopebaires, Coopagrimar, el Consejo Nacional de Producción (CNP), MAG, Oficina Nacional de Semillas (ONS), Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), y la Secretaria Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (SEPSA).
Mediante dicha Comisión se brinda seguimiento y acompañamiento del plan de acción para el cultivo de papa, permitiendo facilitar y fortalecer la toma de decisiones en cuanto a la comercialización y fomentar la competitividad del sector.