En Costa Rica el comercio y los servicios son los sectores en los que más participan las pymes. En el caso de la cadena de comidas rápidas KFC, más de la mitad de los proveedores locales que les proveen productos son pequeñas o medianas compañías las cuales generan más de 1900 empleos. Estas empresas deben pasar por procesos rigurosos para cumplir con los altos estándares internacionales que exigen estas franquicias, las cuales incluyen revisiones periódicas que los obligan a mantener siempre dichos parámetros.
Isidro Perera, gerente general de KFC Costa Rica, comentó que las pymes que trabajan con la empresa -como es el caso de Vegetales Fresquita y Tierra Tica- deben pasar por un proceso de aprobación que consiste en recibir una auditoría de Seguridad Alimentaria bajo los lineamientos de la Corporación Yum Brands. “Luego de aprobado el proceso de certificación inicial por parte de nuestra casa matriz, se inicia con la compra.
Durante este tiempo se realizan revisiones constantes y cuando la pyme cumple un año de trabajar con nosotros, deben pasar por dos auditorías más, una de Seguridad Alimentaria y otra basada en lineamientos de Calidad”, explicó Perera.Además de esto, los proveedores de KFC deben cumplir con otros aspectos como: cumplimiento de la legislación nacional en términos de Inocuidad Alimentaria, apegarse a las especificaciones de las materias primas de la marca, así como auditorías en el proceso de entrega de los productos en los restaurantes, entre otros.
“Uno de los objetivos que tenemos en KFC es beneficiar al productor nacional, ser fuente de empleo y que ellos formen parte de la experiencia única que le damos a nuestros clientes. Hemos tenido muy buenos resultados con las pymes costarricenses quienes realmente han contribuido a proveer productos de alta calidad y superando los altos estándares que tenemos como franquicia”, indicó Perera.
En KFC alrededor del 75% de los costos en materias primas tienen un componente nacional como lo es el pollo, el aceite, la harina, el queso, la leche, los postres, los vegetales, el café y los empaques de cartón tales como las cajas de Bigbox, Twister y las papas.
“Las mediciones que se realizan son muy exhaustivas y cubren todos los aspectos puntuales del proceso productivo de nuestras materias primas, con un especial énfasis en la Seguridad Alimentaria que tiene que ver entre otras cosas con: trazabilidad de los productos, buenas prácticas de manufactura, análisis de riesgos, mantenimiento, etc.
Cada auditoría que se realiza verifica el detalle de más de 300 aspectos y requiere como mínimo de 1,5 días para su realización. Nuestro trabajo riguroso en esta materia, el compromiso de los colaboradores, así como la confianza y calidad de nuestros proveedores nos ha permitido estar en el top 3 de las operaciones de KFC en Latinoamérica y el Caribe en los últimos dos años”, aseguró Perera.
Como parte de la estandarización de la calidad de los productos, KFC mantiene los mismos proveedores en todos los más de 40 restaurantes que tiene la cadena en todo el país.
KFC genera alrededor de 17,000 empleos de manera indirecta por el encadenamiento productivo que se genera alrededor de su cadena de valor. También emplea a más de 900 personas en todo el país.