El pasado mes de junio autoridades municipales de las provincias de Guanacaste y Puntarenas se reunieron en el II Encuentro de Gobiernos Locales: Municipalidades en Ruta a #ChaoPlásticoDesechable para analizar el estado de la contaminación marina por plásticos desechables en sus cantones y plantear acciones que permitan prevenir la generación de más desechos plásticos.
Los representantes municipales analizaron una propuesta normativa local que permitiría a estas municipalidades y a los comercios de sus cantones, disminuir el uso y consumo de plásticos desechables. El evento fue organizado por la Fundación MarViva, con la colaboración de la Unión Nacional de Gobiernos Locales.
“Como resultado del Encuentro, los representantes de las Municipalidades de Nandayure, Santa Cruz, Nicoya y del Concejo Municipal del distrito de Cóbano, se comprometieron a sumarse a la campaña #ChaoPlásticoDesechable de Fundación MarViva y a impulsar medidas a lo interno y a lo externo de las Municipalidades para disminuir el plástico desechable. La propuesta de normativa local incluye tres niveles: disminución interna por parte de la Municipalidad de las compras de plásticos desechables, creación de un programa municipal para promover la disminución voluntaria por parte de los comercios de plásticos desechables y educación ambiental” comentó Mariana Blanco, gerente de Incidencia Políticia, Fundación MarViva.
La iniciativa ya está siendo implementada por la Municipalidad de San José. Representantes de este gobierno local aprovecharon para compartir con los invitados del Encuentro cómo ha sido el proceso de implementación de la campaña, además de los retos y oportunidades presentados.
Más del 80% de la contaminación marina proviene de fuentes terrestres. Más del 90% de los desechos en espacios marinos de algunas regiones son algún tipo de plástico. En Costa Rica, cada día enviamos 120 toneladas de desecho plástico a los océanos, lo equivalente a 15 camiones de basura cada día. Del total de plásticos desechados, solamente el 14% se recupera para reciclaje y en su mayoría se convierten en productos de menos valor que no pueden volver a reciclarse.