Estudiante tico partirá a Rusia a estudiar violín

Petrozavodsk, una ciudad rusa fundada en 1703 por Pedro I, El Grande, situada a la orilla occidental del Lago Onega, en la República de Carelia, será la casa por cinco años del joven Ricardo Barrantes Valerín, quien partirá este sábado 7 de setiembre a estudiar violín gracias a una beca.

Barrantes es un joven de 18 años, estudiante del Sistema de Educación Musical (Sinem) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), quien el pasado 31 de agosto  tocó violín con la Orquesta Manuel María Gutiérrez, del Sinem, en el concierto de cierre de la Feria del Libro y que hoy alista maletas para viajar a conquistar su sueño a la lejana Petrozavodsk.

“Siempre me llamó la atención el tocar violín y para mí esta oportunidad representa muchas cosas; felicidad, es un sueño de toda una vida. Desde que empecé con el instrumento supe que esto era lo que quería hacer y el poder ir a estudiar a Rusia es todo un avance y un logro para mí”, menciona Barrantes.

Según informa Miguel Peña, director del Sinem, Barrantes obtuvo la beca al aplicar en el Ministerio de Relaciones y Culto, oportunidad que se abrió gracias al vínculo que hizo el ministro de Cultura y Juventud, Manuel Obregón, con la Federación de Rusia a principios de este año.

“Él aplicó al igual que mucha gente en otras áreas y dichosamente fue seleccionado. Aunque el Sinem no tuvo que ver directamente con esto, para nosotros es de gran satisfacción, ya que Ricardo fue uno de los primeros estudiantes que tuvo el Sinem en sus inicios”, recalca Peña.

Barrantes es el primer estudiante del Sinem, programa del MCJ, que se va fuera del país con una beca permanente. En ocasiones anteriores el Sinem otorgó becas para seminarios, talleres y pasantías cortas en el extranjero, pero esta es la primera vez que un alumno obtiene una beca para realizar estudios formales a nivel superior. El joven violinista estudiará en el Conservatorio Glazunov.

Según explicó Peña, tradicionalmente las dos escuelas de música más importantes que tiene Rusia desde hace siglos son, precisamente, la de cuerdas y la de piano. “Estamos seguros que Ricardo va a estar en un medio que le va a generar un nivel de ejecución altísimo y que van a saber aprovechar todo el talento que él tiene”, dice.

“La idea es poder hacer una vida allá, buscar otras becas después, cuando termine la carrera. Igual pienso en seguir con mis estudios en algún otro conservatorio de Rusia, en Europa o, tal vez, en Estados Unidos, para buscar una maestría y después un doctorado”, afirma Barrantes.

“Esto significa una apertura de puertas. Esperamos que a través de Ricardo en Rusia conozcan del proyecto; cómo el Sinem está generando y descubriendo talentos y que se abran otras oportunidades para más muchachos costarricenses, no solo del Sinem sino también de otras instituciones educativas. En épocas anteriores Costa Rica tuvo una excelente relación con este país y hubo muchos estudiantes de música allá, especialmente en la década de los 70. Después, la presencia de estudiantes de Latinoamérica fue menor, pero ahora creo que se está retomando y que es una excelente oportunidad por la tradición y las dimensiones de la escuela de música de ese país”, finaliza Peña.

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