Aprender a interpretar los mensajes, mantener una escucha activa, pedir ayuda oportunamente y crear vínculos saludables, son las cuatro medidas principales que especialistas en Psiquiatría de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) recomiendan a los padres de familia, con el propósito de prevenir y disminuir los intentos suicidas en la población adolescente.
La capacitación sobre estas y otras acciones de prevención, fueron parte de la temática que se abordó durante el III Simposio de Adicciones y Violencia que se desarrolló, del 12 al 15 de noviembre en las instalaciones del Club Unión, con el objetivo de suministrar a cerca de 150 funcionarios de los Equipos Integrales de Salud Mental (EISAM) y otros profesionales de atención directa de todo el país, herramientas actuales para el abordaje y manejo de personas consumidoras de sustancias psicoactivas y víctimas de situaciones de violencia.
De acuerdo con el doctor Mauricio Campos, médico psiquiatra experto en suicidio, cada día se presenta un promedio de tres mil muertes por esta causa en el mundo, mientras que, en Costa Rica, las cifras registran entre siete y ocho suicidios por cada 100 mil habitantes, y representa un promedio de 318 casos, por año, lo que lo convierte en el segundo país en Centro América con mayor reporte de muertes por esta causa, solo superado por El Salvador.
Según el especialista, el comportamiento progresivo que reviste al fenómeno del suicidio en la población adolescente podría ser interrumpido y abordado de forma oportuna si poblaciones claves, como los padres de familia, asimilan la práctica de las siguientes medidas preventivas:
Mensaje: se refiere a la necesidad de saber interpretar los mensajes que, en muchas ocasiones, los adolescentes suelen manifestar, a través de ciertas conductas de riesgo, entre ellas, adicciones, embarazo adolescente, rendimiento académico, forma de vestir, otras.
Escucha activa: escuchar lo que el adolescente tiene que decir, es clave como medida de prevención. Es fundamental que el joven reciba este apoyo por parte de personas afines a su confianza, padres de familia, familiares, grupos de amigos, líderes religiosos, terapeutas, otros.
Pedir ayuda: es indispensable que el adolescente en riesgo suicida busque orientación y ayuda de forma temprana y no en momentos cuando el riesgo de suicidio sea moderado o alto. En algunas ocasiones, esta contención no es posible obtenerla de padres de familia, por lo que también es válido consultar con servicios amigables con el adolescente, terapeutas, otros.
Vinculación: es trascendental en la prevención del suicidio. Es necesario que el adolescente establezca vínculos saludables que le permitan aferrarse a la vida: familiares, amigos, grupos religiosos juveniles, deportes, música, otros. A mayor vinculación, menor riesgo suicida.
De acuerdo con el especialista, la persona con riesgo suicida, en realidad no desea morir, sino, poner fin a una situación de angustia, dolor, desesperación, desesperanza e indefensión, que percibe como insoportable y que, en muchas ocasiones es detonada por alguna experiencia negativa, tal como la ruptura real o posible de una relación, una situación de fallo personal, pérdida de metas personales importantes, entre otras.
De esta manera, es muy importante que los padres de familia presten mucha atención a los cambios de conducta que pudieran anunciar el riesgo de intento suicida en sus hijos, entre los que figuran:
- •Pérdida del apetito.
- Aislamiento
- Permanencia en la habitación durante largas horas.
- Apatía por la vida.
- Afirmar “es mejor morirse ya”.
- Sentimientos de tristeza.
- Falta de deseo por la vida.
- Consumo de alcohol, drogas o fármacos.
- Heridas de vacilación.
- Amenazas de suicidio.
- Depresión que se manifiesta con enojo.
- Falta de esperanza.
El doctor Campos aseguró que, al detectar la sospecha de riesgo suicida es muy importante que los padres se acerquen a su hijo y consulten con responsabilidad, sin temor y de forma directa si ha considerado la posibilidad de quitarse la vida.
Si la respuesta es afirmativa, siga las siguientes recomendaciones para el manejo adecuado del adolescente:
- Acérquese con calma.
- Escuche sin juzgar y permita que su hijo verbalice.
- No muestre rechazo.
- Hágale saber cuánto lo quiere y lo importante que es.
- Comprenda que esa es su manera de lidiar con el dolor y los sentimientos intensos que experimenta.
- Busque ayuda profesional idónea para ayudarle.
- Utilice las siguientes frases, éstas podrían hacer la diferencia: “Lamento que te sintás mal”, ¿En qué te puedo ayudar?, “Vamos a superar esto juntos”, “Yo te voy a proteger”.
El funcionario enfatizó que es muy importante hacer sentir querida, apoyada, escuchada y comprendida a la población adolescente, en virtud de que estas expresiones disminuyen la sensación de desesperanza.