Con la firme convicción de que a los pacientes se les debe respetar su autonomía realizando una atención médica desde la cosmovisión de cada paciente, es así como el doctor Efraín Retana Álvarez, médico y coordinador del Equipo básico de atención integral en salud (Ebáis) de Chinakicha ha logrado ganarse a los poblares de esta comunidad de Talamanca.
“Nunca les he dicho que su médico no sirve, nunca me he puesto por encima de él; lo que he hecho es trabajar en conjunto con la medicina tradicional, dijo Retana, pues considera que sus resultados obedecen a que ha trabajado en una comunidad respetando su cultura.
Su camino por las zonas indígenas lo inició en el 2005, cuando llegó como médico del servicio social, con la ilusión de lograr haber tenido la fortuna de ir a una zona alejada, pues ese era su ideal y desde ese puesto le ha tocado derribar barreras para lograr mejorar la salud de esas poblaciones.
Desde ese momento su visión fue hacer una atención con un enfoque familiar, un poco diferente a lo que se hacía desde los servicios de salud, interviniendo a los pacientes desde su entorno.
Desde hace 14 años, este desamparadeño ha logrado ir más allá de la atención, como la coordinación con vigilancia aérea para traslados ambulancia, realizar giras médicas para llevar atención a las poblaciones con difícil acceso de caminos, realización de alianzas…
“Sí el trabajo es mucho, pero creo que es importante dar una atención con calidad, que implica realizar una labor integral, más de casa”, aseguró el médico.
Para Retana esto no se habría podido lograr si no tuviera un excelente equipo de trabajo, cuyos miembros tienen la misma convicción, el mismo ímpetu por dedicarse a los pacientes.
Tal ha sido el impacto de la atención de este médico que no solo la Asociación de Desarrollo Integral Indígena Telire le reconoce su labor, sino que asociaciones como ADITICA y ADITIBRI, lo consideran como “un indígena más” de sus comunidades.
Asimismo, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) le rindió recientemente un homenaje al doctor Retana por ser un ejemplo por seguir en lo que se refiere al buen trato y vocación de servicio.
“Creo que las distinciones no son solo para mí, sino para mis compañeros también del ebáis, así como los del área, porque esto ha sido una labor en equipo”, aseguró Retana.
Para este médico de 42 años de edad que sembró raíces en la zona pues su esposa es indígena Cabécar y tiene un hijo, considera que aún existe mucho por hacer, ya que se requiere una visión más indigenista y se necesitan proyectos multidisciplinarios y una mayor multinstitucionalidad.
Considera que el trabajo en territorio indígena no ha sido fácil por el difícil acceso que tiene esta población y por el clima con el cual les toca lidiar, pero que ha valido la pena.
“Le agradezco mucho al pueblo indígena y a las asociaciones de desarrollo por la confianza del trabajo que estamos realizando”, finalizó el funcionario.