“Bajo el límpido azul de tu cielo, blanca y pura descansa la paz”.
Estas palabras del Himno Nacional de Costa Rica encierran gran parte del sentimiento de vida independiente que desde hace 192 años respira nuestra Patria.
Efectivamente. La independencia en Costa Rica se respira con aires de paz. Una paz característica de nuestra nación que nos enorgulloce camino al bicentenario de la independencia que vive toda una región.
Y es que precisamente, las raíces de nuestra vida independiente, como la de otras naciones del continente, crecen en 1808, cuando Napoleón Bonaparte invade a España y generó la caída de la monarquía española, imperio bajo el cual se regían nuestros países.
Para ese entonces el pueblo español se revela y se fundan las Juntas, que asumen el gobierno por el rey Fernando VII. En 1810, representantes de América y España se reúnen en las Cortes de Cádiz (nuestro representante fue Florencio del Castillo) y para 1812 surge una Constitución democrática, que Fernando VII veta al asumir de nuevo el trono.
Junto a estos acontecimientos, la Revolución Francesa y la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, unidos a la Independencia de las Trece Colonias en América del norte, generan en Hispanoamérica ideas de independencia, como en América del Sur y en el actual México, que declara la independencia en 1821.
Ésta situación precipita los acontecimientos del 15 de setiembre de 1821 en la Capitanía General de Guatemala, en donde se redacta el Acta de la Independencia de Guatemala.
Nuevas formas de pensar, nuevas perspectivas de un mundo moderno, la idea de hacer gobiernos más participativos, unido además al descontento de los criollos, descendientes españoles nacidos en América con la Corona por la desigualdad que prevalecía terminaron por fundar la Independencia.
En Costa Rica aunque no se dieron movimientos independentistas violentos sí se habían dado manifestaciones de descontento con el gobierno español. Así, dos siglos atrás, empezamos a gestar esta, nuestra Patria, libre e independiente.
Y además pacífica. Por definición, pero ante todo por convicción, cuando el 1 de diciembre de 1948 se abolió el ejército. Este y otros signos nos confirman y nos conforman como una nación, ejemplo para el mundo.
Aunque Costa Rica se independiza junto a las demás provincias, como se llamaba así a los ahora países centroamericanos, y gracias al pronunciamiento establecido en la llamada Acta de los Nublados, es hasta el 13 de octubre que la noticia llega a nuestro país.
El festejo patrio, nuestro aniversario como país, inicia desde el 14 de setiembre. Faroles, cánticos, y el clamor de nuestro verdadero ejército, los estudiantes, terminan de configurar la particular celebración de Independencia y Paz de Costa Rica.
Como dijo en 1987, el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, “Donde haya un costarricense, esté donde esté, hay libertad”.
Eso es lo que celebramos. Libertad. Paz. Democracia. Un país independiente que se cobija con el azul del cielo.
Pero, la historia no sería completa, si no contamos que es en 1824 cuando Costa Rica se convierte en Estado. Juan Mora Fernández es nuestro primer Jefe de Estado y es ese el año en que también Costa Rica nombra como su Patrona a la Virgen de Los Ángeles, quien nos ha acompañado desde siempre.
Escasos años después, en 1847 accedió al Poder, José María Castro Madriz, y fue configurando esos signos que nos hicieron una nación diferente al propiciar: la educación de la mujer, la creación de la Primera Diócesis en Costa Rica en que Monseñor Anselmo Llorente y La Fuente se convirtió en Primer Obispo de Costa Rica.
Y qué más se fue conformando: La libertad de prensa, por lo que se le considera a Castro Madriz, el Maestro de la Democracia Costarricense, y sobre todo la proclamación el 31 de agosto de 1848, de Costa Rica como nación soberana e independiente
Es en esa fecha tan especial que se nombra al país en definitiva como República de Costa Rica. José María Castro Madriz se convirtió en el primer presidente de la República. Su gobierno crea la bandera tricolor (obra de su esposa, Pacífica Fernández) y las bases del actual escudo.
No tenemos nada más que agregar que: ¡Felicidades Costa Rica.!