El Servicio de Otorrinolaringoloía del Hospital San Juan de Dios modernizó su área de Audiología con la adquisición de dos cabinas sonorizadas para una mejor precisión en las pruebas de pérdida auditiva, además remodeló el espacio para mayor comodidad de los pacientes.
En 2017, el centro médico realizó 3 804 pruebas a pacientes de ese establecimiento de salud y los de las clínicas Solón Núñez de Hatillo y Moreno Cañas en barrio Cuba.
El doctor Moisés Majchel, jefe del servicio de Otorrinolaringología, indicó que estas mejoras brindan mayor comodidad al paciente; además resaltó que las cabinas no permiten el ingreso del ruido, al ser totalmente selladas lo que permite estudios más fidedignos y mejores curvas audiométricas, esto le permite al otorrinolaringólogo una mejor valoración de paciente tanto en sus patología otológicas como en la prescripción de los audífonos en las pacientes con hipoacusia (perdida auditiva) o algún otro padecimiento ótico.
El especialista explicó que por el proceso normal del envejecimiento del oído, en su mayoría los pacientes son adultos mayores, a quienes se les dota de audífonos para para rehabilitar sus oídos. También se realiza la audiometría a pacientes de diferentes edades con diferentes patologías, los resultados de la prueba le permiten al otorrinolaringólogo tomar decisiones quirúrgicas, como terapéuticas.
Nazareth Ulloa, audióloga del hospital San Juan de Dios, explicó que en la unidad se realizan audiometrías clínicas, que es un examen para medir el nivel de pérdida de audición, se realizan audiometrías tonales y vocales, también pueden determinar si la pérdida es conductual, neurosensorial o mixta.
Todas las personas presentarán presbiacusia, que es la pérdida de la audición por la edad, para evitar perder la audición antes de tiempo, la audióloga recomienda no utilizar audífonos con el volumen muy alto y no introducir objetos, ni utilizar aplicadores para limpiar los oídos.
Las células pilosas dentro del oído permiten al ser humano oír, estas recogen las ondas sonoras y las convierten en señales nerviosas que el cerebro interpreta como sonido. La pérdida auditiva ocurre cuando estas células se dañan o mueren, no se regeneran el daño causado es permanente.
La inversión tanto de la adquisición de las cabinas como de la remodelación del espacio supera los 35 millones de colones.