El Servicio Nacional de Guardacostas del Ministerio de Seguridad utilizará todos los recursos que sean necesarios para resguardar la vida de los vacacionistas en las playas del país, pero solicita a la ciudadanía hacer su parte, tomando las medidas de prevención necesarias.
La «Operación Verano Seguro» se extiende desde el 22 de diciembre de este año hasta el 3 de febrero del 2019, y en la que participarán 115 oficiales del Guardacostas, quienes contarán con 23 embarcaciones y 12 unidades móviles terrestres.
De esta forma el Guardacostas espera estar presente por mar y tierra en las playas de mayor afluencia, mediante la participación del personal de las 10 estaciones que posee el Guardacostas, tres de ellas ubicadas en el Caribe y siete en el Pacífico.
Además de prevenir a los vacacionistas sobre ciertas conductas riesgosas, además de los peligros con las corrientes marinas, los guardianes del mar también realizarán revisiones de documentos y dispositivos de seguridad de aquellas embarcaciones que presten servicio de transporte de turistas.
Tales funciones las realizará el Guardacostas sin descuidar sus labores usuales de lucha antidrogas y protección del ambiente, entre otras acciones operativas.
En el operativo efectuado del 17 de diciembre al 18 de enero del 2018, los guardacostas rescataron a cinco bañistas que estaban a punto de ahogarse, mientras que a otros 128 les llamó la atención por incurrir en acciones riesgosas para su seguridad.
Algunas de las playas que serán vigiladas por los guardacostas son las de Manuel Antonio en el cantón de Quepos, donde también hay presencia del Servicio de Parques Nacionales.
El comandante Edson Rodríguez, director de la Estación de Guardacostas de Quepos, fue enfático en cuanto a la necesidad de que los turistas sean prudentes al tomar las medidas de seguridad para evitar accidentes acuáticos.
Entre otras medidas, el comandante Rodríguez exhortó a los vacacionistas para que no ingresen al mar tras ingerir licor, alimentos o medicamentos que le puedan restar capacidad para reaccionar en el agua, así como informarse sobre los sitios seguros o peligrosos de cada playa, ya sea leyendo las rotulaciones o preguntándole a los lugareños.
Lo anterior debido a que no todas las playas cuentan con guardavidas, por lo cual es deber de cada vacacionista conocer el grado de peligrosidad de la playa que está visitando.
Por su parte, Yeimi Gamboa, bióloga del Parque Nacional Manuel Antonio, recomendó a los turistas respetar la vida silvestre, al no extraer conchas del parque u otros productos, así como no alimentar la fauna silvestre, pues todo ello causa alteraciones a los ecosistemas.