Sin medir riesgo alguno, tres oficiales de la Policía de Fronteras, destacados en Punta Burica, frontera sur, hicieron hasta lo imposible durante dos días para salvarle la vida a dos mujeres y tres niñas, quienes presentaban serios problemas respiratorios.
De acuerdo con lo informado por el comisionado Allan Obando, director de la Policía de Fronteras, la operación inició desde el martes en horas de la mañana, cuando un joven indígena llegó hasta el puesto de Punta Burica para informar que una mujer y dos niñas estaban muy mal de salud.
Sin pensarlo dos veces, los oficiales Alemán, Solís y Abarca, emprendieron una caminata de casi cinco horas hasta el caserío de La Palma de Burica, sitio en el que su ubica el rancho de la familia enferma.
Ni serpientes, ni el barro, ni los fuertes aguaceros los detuvieron, solo la marea de manera momentánea, pues para llegar hasta la Palma hay que pasar por el mar, una vez que la marea haya bajado.
Por las niñas. Fue así como llegaron al anochecer del martes hasta el humilde rancho en el que la joven Mariela Rodríguez, de 19 años, se encontraba postrada en cama, así como su madre Mélida Santos. Además, en vez de dos niñas enfermas, descubrieron que eran tres.
Se trataba de dos hijas de Mariela, identificadas como Daryelin Rodríguez de tres años y Yahaira Rodríguez de tres meses, además de una hermana de la joven Mariela, de nombre Yulineth Gallardo.
La bebé Yahaira era la que más mal se encontraba, ya que le costaba mucho respirar, por lo cual los oficiales de la Policía de Fronteras se llevaron a la joven y a las niñas hasta un rancho más cercano a Punta Burica, hasta donde un helicóptero pudiera recogerlas el miércoles.
No obstante, dado lo remoto del lugar, la comunicación por radio era imposible y los tres oficiales tuvieron que emprender, pese a que ya era de noche, un peligroso difícil regreso al puesto de Burica para comunicarle a sus jefaturas el estado de la situación a fin de continuar con la evacuación al día siguiente.
Hermandad tico-panameña se puso de manifiesto una vez más. Paralelamente, ya las jefaturas habían coordinado con el Ebais de Río Claro para que enviara a personal médico vía terrestre, además de coordinar con el Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) de Panamá para que le facilitara el paso por ese país al equipo médico.
Al amanecer del miércoles no se dieron las condiciones para realizar una operación aérea, por lo que los tres policías emprendieron el difícil viaje hasta Burica, cada uno con una niña en brazos.
En el camino los esperaban lodazales y terrenos empinados hasta llegar a la playa, una playa que desaparece en un punto donde no queda otra que escalar acantilados y atravesar por el mar.
Con el espíritu de servicio que los caracteriza, los tres oficiales llegaron al puesto de Burica ya sin agua en sus botellas, pues durante el camino tuvieron que compartirla con las niñas y sus madres.
A Burica llegaron cerca de las 10 a.m del miércoles, donde los esperaba el oficial López, quien se quedó a cargo del puesto y realizando coordinaciones para que la Dra. Tatiana Morera Núñez, del Ebais de Río Claro, lograra llegar a darles la asistencia requerida a las pacientes.
De repente el puesto policial se transformó en una enfermería donde las dos mujeres y las tres niñas fueron examinadas y tratadas por la doctora.
Tras determinar que solo la bebé continuaba con graves problemas respiratorios, pues presentaba un cuadro de aparente bronconeumonía, la Dra. Morera optó por ordenar su traslado de emergencia hasta el Hospital de Ciudad Neily, situación en que los policías panameños también colaboraron pues había que volver a cruzar por ese hermano país.
Policía de Fronteras es la única autoridad presente de modo permanente en Burica para ayudar a ticos y a panameños
El comisionado Allan Obando indicó que, al ser la Policía de Fronteras la única autoridad presente en este lejano punto del sur del país, a menudo tienen que poner en práctica sus conocimientos en primeros auxilios.
En ocasiones tienen que asistir a personas mordidas de serpiente, pacientes con fracturas diversas o con heridas causadas por herramientas de labranza.
Y en cuanto a la nacionalidad, Obando explicó que sus oficiales ayudan a quien lo necesite, pues en ese remoto lugar no hay distingos de nacionalidades u origen étnico, pues indígenas, mestizos, costarricenses o panameños se necesitan y conviven como hermanos.