El balón de fútbol rueda en cualquier parte y lleva alegría a los más pequeños, por lo que la Fuerza Pública aprovecha esta consigna para compartir con ellos en las diferentes comunidades. El pasado fin de semana, la actividad se desarrolló en Los Guido de Desamparados, San José, donde oficiales de la Fuerza Pública disfrutaron con ellos, retomando antiguas tradiciones como las “mejengas” en la calle y de esta forma, la Institución fortalece el Programa Policial Preventivo “La Mejenga”.

“La Mejenga” es un proyecto preventivo de Seguridad Pública que consiste en la organización de partidos de fútbol en las calles de comunidades de atención prioritaria, en los que los policías y nosotros como jerarcas brindamos consejos sobre los peligros y riesgos de la drogadicción, violencia y delincuencia», señaló el viceministro de Seguridad Pública, señor Eduardo Solano, quien participó de los partidos y compartió con los niños, niñas, adolescentes y sus padres.

Dicha iniciativa permite acercarse a los menores de edad y recuperar los espacios que fueron tomados por bandas delictivas.

“La mejenga”, nombre popular que se le llama en nuestro país a un partido de fútbol en la calle, inició en Bribrí del distrito de Pavas, San José.

Dicha actividad se ha replicado en Tirrases de Curridabat y en la comunidad 25 de Julio en Hatillo.

Sumado a la actividad deportiva que se dio este sábado 2 de junio, los oficiales llevaron palomitas de maíz, comida, pinta caritas y otros juegos para que todos los niños puedan divertirse. La actividad estuvo a cargo del viceministro Preventivo de Seguridad Pública, señor Eduardo Solano y en ella participaron integrantes de Los Ajenos, Fundación Saprissa, periodistas de AMPRENSA.

Cuando los oficiales llegan a los barrios apenas hay un pequeño grupo de niños esperándolos, pero en minutos salen todos de las viviendas para disfrutar de ese lindo tiempo.

Los niños disputan los partidos con gran emoción, ya que ninguno quiere perder, y corren tras el balón para con la esperanza de poder ganar y disfrutar con sus amigos los policías.

Ellos confiesan que ahora todos los días esperan desde temprano a los oficiales que llegan a jugar con ellos y darles importantes consejos para que se alejen de las drogas y no actúen con violencia.

Al menos tres días a la semana los uniformados comparten en la mañana en una acción preventiva.